Sobre la vestimenta: algo nos debe decir el hecho de que 20,000 Chilangos gustosamente se encueraron por puro "arte" (más lo que se quedaron con las ganas afuera del Zócalo). Para los Chilangos, el arte está en NO vestirse, no está en hacerlo... por eso la falta de color, la falta de ganas. Por eso el negro y sus grises.
muchas gracias por comentar en mi blog... Qué bueno que mencionas el tema del encueramiento colectivo porque es un asunto del que no había podido escribir en su momento:
La noticia me llegó en la India, vi las fotos de los chilangos entusiasmados encuerados en el Zócalo, siguiendo la propuesta de un artista extranjero!
Siento que en estas épocas posmodernas, el manejo de las masas para distintos fines toma muchos matices: la movilización de las masas puede convocarse en aras de cualquier cosa: de las causas políticas, de la enajenación televisiva, del "arte"...
Me pregunto si alguno de los miles de ciudadanos que asistieron a la convocatoria colectiva se hubiera atrevido a realizar la misma acción "artística" por su propia iniciativa, para expresión de un discurso personal... estoy segura de que no... ¿qué quería decir cada uno de los 20 mil que se encueraron, más allá de haber sido conducidos por alguien más a quien se le ocurrió esta idea? ¿se irían los 20 mil muy satisfechos a sus casas de haberse desnudado en el Zócalo capitalino, por iniciativa de otro?
No sé si el encuere colectivo haya servido de algo más que para engrosar el portafolio y el ego de un artista europeo, que con sólo pedir su deseo, logró mágicamente que miles de mexicanos lo siguieran hasta el Zócalo en las posturas que él les pedía sin chistar. No me parece distinto de la masa enajenada que ciegamente seguía a Hitler en congregaciones masivas: Me recorre un frío en el cuerpo cuando veo esta imagen http://www.igooh.com.ar/ImgsNotas/6320.jpg (imagen de los encuerados en el zócalo en posición fetal). Parece la imagen de un campo de concentración... los seres humanos siendo manipulados, pero ahora por un Artista... la diferencia es que los acuclillados no son prisioneros sino que están ahí por su propia voluntad...a qué Dios siguen, al "Artista"? a cuál "Arte"? a cuál Causa? por qué hacen ciegamente lo que otro les dice?
Por supuesto que dice algo el hecho de que miles de mexicanos siguieran al artista en su propuesta: para mí, dice que la gente en México no sigue la propia iniciativa, no sigue el propio llamado sino los llamados de los otros.
No, definitivamente yo no me hubiera encuerado en el Zócalo por llamado de un artista y menos extranjero! (Ojo: queda en el record que quien lo realizó fue un extranjero, ningún mexicano ha llevado a cabo dicha acción. Más bien yo pregunto: qué dice esto de los mexicanos??? )Sin embargo, sí puedo decir que sí me he desnudado en la vía pública por propia iniciativa, en acciones performativas surgidas de mi propia inquietud, discurso y necesidad de denunciar actos de injusticia humana.
(perdón el tono de la respuesta,amigo Relojero, tocaste un tema que me enchila, por la tendencia que observo en los mexicanos a seguir lo que sea... sobre todo de seguir incuestionablemente la santa voluntad de los extranjeros, sea ésta cual sea... perdón, pusiste el dedo en la llaga...)
Muchas gracias por sacar el tema, creo que tiene muchas implicaciones, gracias por comentar.
Sobre el vestirse, claro: en la India, El Vestirse es un Arte y forma parte de una Cosmovisión. Si hay algo que tiene mucha más importancia que muchos otros valores en la India es la Apariencia: Uno es lo que Parece. Uno es como Aparece ante los demás Uno Es como Aparece ante el Mundo.
Esta aseveración puede sonar escandalosa en países occidentales donde se considera que "lo más importante no es la apariencia, sino lo que uno es en su interior"; no identificamos la Apariencia con el Ser.
En la tradición india, la Apariencia es expresión del Ser ("Como es Adentro es Afuera") En la narrativa tradicional india, se sabe que los Dioses toman distintas Apariencias: Se "aparecen" ante los seres humanos, y se aparecen con ciertos vestidos, con ciertos ornamentos, con armas específicas...
En tradiciones dramáticas del Sur de la India, secciones enteras de una pieza consisten en la descripción de la Apariencia que toma cierto Dios para aparecer frente a los hombres: El Vestuario y sus accesorios son centrales en la iconografía religiosa hinduista. Todo hindú sabe que el Dios Krishna viste de amarillo y lleva una corona con plumas de pavorreal: si no lleva este vestido, no es Krishna. El Vestido revela la Identidad.
(En el kathakali, teatro clásico del sur de la India, al actor se le llama "vesham" -"el vestido", "el que se viste"): Uno es el que se viste para aparecer ante los demás.
Por extensión, la Apariencia de los humanos es un elemento importante en la vida cotidiana india: como me ven me tratan. Si visto como mendigo, la gente me tratará como mendigo... Si visto como Brahamín, la gente me tratará como brahamín... Si visto como Sadhu -hombre santo- la gente me tratará como SAdhu...
En México decimos que "el hábito no hace al monje", esto expresa nuestra noción de que "uno no es quien aparenta".
Lo cierto es que en el DF se ven muchos tonos de vestidos grises... tal vez porque el color no hace diferencia, tal vez porque a los chilangos no les importa la apariencia, tal vez porque en efecto no nos emociona vestirnos... lo que sí se trasluce -como bien dices- es una "falta de ganas"... pero lamentablemente parece ser que las falta de ganas está en todo, no sólo en el vestir...
Entiendo tu "enchilamiento" en torno a los encuerados del Zócalo... confieso que mi visión del asunto no es tan pesimista, pero de cualquier modo me produce cierta urticaria existencial, pero de carácter más estético que otra cosa. Esa basura no es arte... no es arte aquí, en el DF, pero tampoco lo es en Barcelona, Oslo o cualquiera de los otros lugares del mundo donde este payaso gringo (sí, también eso ayuda al malestar) convoca a las hordas aburridas. El manejo de masas para fines tan burdos no es privativo de los Chilangos, como lo demuestra la gran variedad de ciudades del mundo donde los encuerados siguen ciegamente al "artista" Tunick. Tal vez la diferencia en el DF sea una de pura escala... demasiada gente, demasiado aburrida.
Sobre la vestimenta, el ser y la apariencia, interesantes puntos los que planteas. Nada más exacto que el "como me ven me tratan". Pero también, no menos exacto, es el consabido "el hábito no hace al monje". Aquí, en esta aparente paradoja, lo que juega es el tiempo y la exposición. Esto es, en la primera impresión que el mundo y los otros tendrán de uno (y desafortunadamente, en muchos casos la ÚNICA impresión que tendrán)ser y "parecer" son exactamente lo mismo. Es cuando el mundo, y los otros, se dan el tiempo para traspasar esa primera impresión, que la "apariencia" tiende a separarse del "ser" para formar juicios y no sólo "pre - juicios". Esta etapa del conocimiento del otro la llamo, desde hace mucho tiempo, "todo mundo tiene una buena historia qué contar". Y esa historia tiene poco que ver con los colores o el gris.
4 comentarios:
Querida Lucía,
Bienvenida.
Sobre la vestimenta: algo nos debe decir el hecho de que 20,000 Chilangos gustosamente se encueraron por puro "arte" (más lo que se quedaron con las ganas afuera del Zócalo). Para los Chilangos, el arte está en NO vestirse, no está en hacerlo... por eso la falta de color, la falta de ganas. Por eso el negro y sus grises.
Querido Relojero:
muchas gracias por comentar en mi blog...
Qué bueno que mencionas el tema del encueramiento colectivo porque es un asunto del que no había podido escribir en su momento:
La noticia me llegó en la India, vi las fotos de los chilangos entusiasmados encuerados en el Zócalo, siguiendo la propuesta de un artista extranjero!
Siento que en estas épocas posmodernas, el manejo de las masas para distintos fines toma muchos matices: la movilización de las masas puede convocarse en aras de cualquier cosa: de las causas políticas, de la enajenación televisiva, del "arte"...
Me pregunto si alguno de los miles de ciudadanos que asistieron a la convocatoria colectiva se hubiera atrevido a realizar la misma acción "artística" por su propia iniciativa, para expresión de un discurso personal... estoy segura de que no... ¿qué quería decir cada uno de los 20 mil que se encueraron, más allá de haber sido conducidos por alguien más a quien se le ocurrió esta idea? ¿se irían los 20 mil muy satisfechos a sus casas de haberse desnudado en el Zócalo capitalino, por iniciativa de otro?
No sé si el encuere colectivo haya servido de algo más que para engrosar el portafolio y el ego de un artista europeo, que con sólo pedir su deseo, logró mágicamente que miles de mexicanos lo siguieran hasta el Zócalo en las posturas que él les pedía sin chistar. No me parece distinto de la masa enajenada que ciegamente seguía a Hitler en congregaciones masivas:
Me recorre un frío en el cuerpo cuando veo esta imagen
http://www.igooh.com.ar/ImgsNotas/6320.jpg
(imagen de los encuerados en el zócalo en posición fetal). Parece la imagen de un campo de concentración... los seres humanos siendo manipulados, pero ahora por un Artista... la diferencia es que los acuclillados no son prisioneros sino que están ahí por su propia voluntad...a qué Dios siguen, al "Artista"? a cuál "Arte"? a cuál Causa? por qué hacen ciegamente lo que otro les dice?
Por supuesto que dice algo el hecho de que miles de mexicanos siguieran al artista en su propuesta: para mí, dice que la gente en México no sigue la propia iniciativa, no sigue el propio llamado sino los llamados de los otros.
No, definitivamente yo no me hubiera encuerado en el Zócalo por llamado de un artista y menos extranjero! (Ojo: queda en el record que quien lo realizó fue un extranjero, ningún mexicano ha llevado a cabo dicha acción. Más bien yo pregunto: qué dice esto de los mexicanos??? )Sin embargo, sí puedo decir que sí me he desnudado en la vía pública por propia iniciativa, en acciones performativas surgidas de mi propia inquietud, discurso y necesidad de denunciar actos de injusticia humana.
(perdón el tono de la respuesta,amigo Relojero, tocaste un tema que me enchila, por la tendencia que observo en los mexicanos a seguir lo que sea... sobre todo de seguir incuestionablemente la santa voluntad de los extranjeros, sea ésta cual sea... perdón, pusiste el dedo en la llaga...)
Muchas gracias por sacar el tema,
creo que tiene muchas implicaciones, gracias por comentar.
Cambiando de tema, estimado amigo Relojero:
Sobre el vestirse, claro: en la India, El Vestirse es un Arte y forma parte de una Cosmovisión.
Si hay algo que tiene mucha más importancia que muchos otros valores en la India es la Apariencia:
Uno es lo que Parece.
Uno es como Aparece ante los demás
Uno Es como Aparece ante el Mundo.
Esta aseveración puede sonar escandalosa en países occidentales donde se considera que "lo más importante no es la apariencia, sino lo que uno es en su interior"; no identificamos la Apariencia con el Ser.
En la tradición india, la Apariencia es expresión del Ser ("Como es Adentro es Afuera")
En la narrativa tradicional india, se sabe que los Dioses toman distintas Apariencias:
Se "aparecen" ante los seres humanos, y se aparecen con ciertos vestidos, con ciertos ornamentos, con armas específicas...
En tradiciones dramáticas del Sur de la India, secciones enteras de una pieza consisten en la descripción de la Apariencia que toma cierto Dios para aparecer frente a los hombres:
El Vestuario y sus accesorios son centrales en la iconografía religiosa hinduista. Todo hindú sabe que el Dios Krishna viste de amarillo y lleva una corona con plumas de pavorreal: si no lleva este vestido, no es Krishna.
El Vestido revela la Identidad.
(En el kathakali, teatro clásico del sur de la India, al actor se le llama "vesham" -"el vestido", "el que se viste"):
Uno es el que se viste
para aparecer ante los demás.
Por extensión, la Apariencia de los humanos es un elemento importante en la vida cotidiana india:
como me ven me tratan.
Si visto como mendigo, la gente me tratará como mendigo...
Si visto como Brahamín, la gente me tratará como brahamín...
Si visto como Sadhu -hombre santo- la gente me tratará como SAdhu...
En México decimos que "el hábito no hace al monje", esto expresa nuestra noción de que "uno no es quien aparenta".
Lo cierto es que en el DF se ven muchos tonos de vestidos grises... tal vez porque el color no hace diferencia, tal vez porque a los chilangos no les importa la apariencia, tal vez porque en efecto no nos emociona vestirnos... lo que sí se trasluce -como bien dices- es una "falta de ganas"... pero lamentablemente parece ser que las falta de ganas está en todo, no sólo en el vestir...
Muchas gracias, amigo Relojero
LUCIA
Querida Lucía,
Entiendo tu "enchilamiento" en torno a los encuerados del Zócalo... confieso que mi visión del asunto no es tan pesimista, pero de cualquier modo me produce cierta urticaria existencial, pero de carácter más estético que otra cosa. Esa basura no es arte... no es arte aquí, en el DF, pero tampoco lo es en Barcelona, Oslo o cualquiera de los otros lugares del mundo donde este payaso gringo (sí, también eso ayuda al malestar) convoca a las hordas aburridas. El manejo de masas para fines tan burdos no es privativo de los Chilangos, como lo demuestra la gran variedad de ciudades del mundo donde los encuerados siguen ciegamente al "artista" Tunick. Tal vez la diferencia en el DF sea una de pura escala... demasiada gente, demasiado aburrida.
Sobre la vestimenta, el ser y la apariencia, interesantes puntos los que planteas. Nada más exacto que el "como me ven me tratan". Pero también, no menos exacto, es el consabido "el hábito no hace al monje". Aquí, en esta aparente paradoja, lo que juega es el tiempo y la exposición. Esto es, en la primera impresión que el mundo y los otros tendrán de uno (y desafortunadamente, en muchos casos la ÚNICA impresión que tendrán)ser y "parecer" son exactamente lo mismo. Es cuando el mundo, y los otros, se dan el tiempo para traspasar esa primera impresión, que la "apariencia" tiende a separarse del "ser" para formar juicios y no sólo "pre - juicios". Esta etapa del conocimiento del otro la llamo, desde hace mucho tiempo, "todo mundo tiene una buena historia qué contar". Y esa historia tiene poco que ver con los colores o el gris.
Un gran abrazo.
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